viernes, 19 de septiembre de 2014

La primera vez

Domingo 31/08 del 2014.
13.00hs. Banchero.
Luego de un paseo por el barrio mas lindo del mundo, mi emoción ya se reflejaba en mi sonrisa, en mis músculos, en mi emoción. Conocer Caminito, conocer esas calles de las cuáles escuché a hablar mas que las calles de mi ciudad, significó respirar Boca, respirar Pueblo, darse cuenta por primera vez que Boca va mas allá de la pelota rodando, aunque eso ya lo sepas desde antes. Azul y Oro por todos lados, República de La Boca, y la experiencia de dar la vuelta a toda La Bombonera, a ese Templo
Empieza el almuerzo con otros amigos bosteros, pizzas, fainá, y Boca durante todo el almuerzo. Anécdotas, debates, risas, y planes a futuro. El almuerzo mas bostero de mi vida, la cual agradezco a los que participaron, y que sin duda se debe repetir. Eso también te da Boca.
16.00hs. Brandsen e Irala.
La emoción ya estaba ahí, el sol pegaba fuerte y abrieron los portones, la caminata al estadio, con bandera y campera en mano, con un piluso en la cabeza, y la adrenalina subiendo la temperatura de la sangre.
16.20hs. Bombonera.
Entramos, y empezamos subiendo las escaleras, con algunas personas alrededor, ya que entramos muy temprano, pero igual ese ambiente a gloria lo siento cada vez mas alrededor mio y por dentro también.
Esos últimos escalones, ese pasillo viendo de reojo las tribunas y el césped, ya era realidad, ya estaba ahí, y la sonrisa en mi cara no se podía disimular. Tampoco quería. La bandera pasó y se iba a colgar, eso también era muy importante para mi. Y ahí, al final del pasillo, salimos. El sol en la cara y el mejor estadio del mundo ante mis ojos. El pasaje de la felicidad.
El sol en la cara, las tribunas viéndolas llenar de a poco, la bandera del "Soldado de La Bombonera" orgullosamente colgada, ver colgar de a pocos las banderas, saludar a hinchas de una tribuna a otra, mirar la reserva, y disfrutar esos momentos como nunca.
18.15hs.
Ya llevaba cantando veinte minutos, pero el momento donde el equipo entra a la cancha, fue impactante. Mis ojos no podían ver todo lo que querían ver, no llegaban a captar cada detalle, y la garganta ardía de los gritos. Era la primera vez que cantaba junto a otros 50.000 bosteros. Ya estaba ahí, era el día. Y La Bombonera latía. Se ovacionó al Vasco, se ovacionó a Bianchi, y se puteó a la dirigencia. Un combo impecable. 
Durante el partido se vivió como lo vivimos todos. Con aliento a los jugadores, en la derrota, en el empate y en la victoria, y hasta con uno menos.
Desde el tercer gol para adelante, lo siguiente fue una locura, donde no pude evitar pararme en el caño delante de la platea y empezar a revolear la campera, recordándo a riber por donde pasó, y gritando con orgullo que ser bostero es un sentimiento que no puedo parar.
Las lágrimas se derramaban por la cara, y no importaba nada mas, el partido había terminado, se despidió al equipo como debía ser, y se siguió cantando un rato mas.
Se descolgó la bandera, que cumplió muy bien su objetivo, y se empezó a caminar hacia la salida, a paso lento, entre miles de personas,y cantando. Y llorando también. Como no debía faltar, antes de salir, le dí una caricia y un beso a La Bombonera, y me prometía a mi mismo que iba a volver, como sea.
Gracias Boca, siempre estaré a tu lado, Boca Juniors querido.